Si eres de los que consideran embutidos y dietas como grandes enemigos, ya te anunciamos que no tienes que renunciar a determinados placeres. El jamón, la caña de lomo, el chorizo o el salchichón ibérico sufren un estigma que, en la mayoría de las veces, se basan en el desconocimiento y en los prejuicios.
Por lo tanto, es preciso someter a revisión ciertos mitos para que no dejes de disfrutar de tus embutidos ibéricos Manchenieto.
Los mitos más extendidos
Uno de los mitos más extendidos es que los embutidos se elaboran con carne de baja calidad. No negamos que hay un sector dentro de la industria que no cuida ni la materia prima ni el proceso, lo que hace que lleguen al mercado productos ultraprocesados con aditivos controvertidos que siembran la sospecha sobre los demás. Productos ibéricos como los de Manchenieto siguen un proceso tradicional basado en la selección de la mejor materia prima.
También se suele escuchar que los embutidos son dañinos para la salud, pero ya decimos que esto tiene mucho que ver con el proceso de producción. Un cerdo libre de aditivos inocuos no tiene que representar peligro alguno para la salud, menos aún si no se abusa.
En muchos casos se suele poner en duda no el embutido en sí, sino aquello con los que se consume. Y es que existe la creencia de que no combina con nada saludable, lo que cae por su propio peso. El salmorejo con guarnición de jamón y huevo, la tostada de pan con tomate y jamón o los guisos de legumbres con chorizo refutan tales afirmaciones.
Cómo identificar un buen embutido
Para elegir un buen embutido, decíamos, fíjate en los añadidos. La sal es necesaria para la curación, pero hay aditivos como los reguladores de acidez, los colorantes o los potenciadores de sabor, junto a féculas o harinas, que bajan la calidad y no son beneficiosos.
Te aconsejamos también informarte sobre cómo se ha criado el animal, pues no lo es mismo un cerdo ibérico que habita la dehesa y se alimenta de bellotas y productos naturales; que un cerdo de ganadería convencional que está estabulado de manera permanente, luego es sedentario y se alimenta solo de piensos.
En Manchenieto estamos firmemente comprometidos con nuestros consumidores, lo que se traduce en el máximo cuidado del animal, la selección de la mejor materia prima y un proceso que junta la tradición con la innovación. El objetivo es que disfrutes de los placeres que representan lo ibérico sin preocuparte por efectos negativos sobre tu salud.