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¿Se puede congelar el jamón? Todas las claves para conservar un jamón empezado

El jamón se puede congelar, sin duda, pero es cierto que hay que hacerlo siguiendo una serie de pautas que van encaminadas a que no este producto no pierda su valor nutricional ni sus propiedades organolépticas. Desde Manchenieto os mostramos esos pasos a seguir para conservar el jamón en el congelador y disfrutarlo cuando más lo deseemos.

Cómo congelar el jamón

El congelador debe estar limpio, a una temperatura igual o inferior a 18 grados bajo cero y no vale cualquier pieza para congelar. El jamón ha de estar en su momento óptimo de maduración, pues si ya lleva abierto varias semanas, congelar las lonchas recién cortadas pueden aumentar el deterioro, no por la congelación, sino por el proceso de descongelado, que también es clave.

Además, cuando queramos congelar el jamón debemos hacerlo siempre que esté recién cortado, igual que si lo fuéramos a consumir. De lo contrario, las lonchas se van secando y en esa ausencia de humedad se forman pequeños cristales que restan calidad al jamón una vez descongelado.

El proceso de descongelación es clave

Una vez el jamón esté congelado y queramos consumirlo, hay que armarse de paciencia, porque debemos esperar que vaya alcanzando la temperatura ambiente poco a poco, sin querer reducir ese tiempo. Para ello, la mejor opción es sacarlo del congelador el día antes y en cuestión de 24-48 horas ya podrá ser consumido.

Más tiempo de espera tampoco es recomendable, puesto que el jamón comenzará a secarse. Cuando pase ese periodo prudencial, hay que sacar las lonchas del sobre al vacío en el que debe congelarse y esperar unos 15 minutos que se oxigene. Es entonces cuando llega el momento clave.

En cualquier caso, congelar el jamón es la última opción a la que acudir. Antes de ello podemos optar por envasarlo al vacío y guardarlo unos días en una alacena o incluso guardarlo en el frigorífico.