Degustar los jamones y quesos ibéricos Manchenieto en los bares de Sevilla representa una de las experiencias gastronómicas de la ciudad. ¿Quién no viene a Sevilla y se toma una cerveza o un vino con su tapa? ¿Quién no se deja llevar por el embriagador ambiente de sus bares, tabernas y restaurantes?
Algunos de ellos tienen una solera indiscutible, y para mantener esa autoridad que han conseguido tras años de trabajo, eligen los mejores productos para su carta. De esta forma, los jamones y quesos ibéricos Manchenieto no pueden faltar en los bares de Sevilla.
Te proponemos una ruta para hacer en varios días pero, sobre todo, la experiencia: saborea el momento y no solo aquello que comas y bebas.
El Grupo Robles
En la Plaza de San Francisco de Sevilla, junto al Ayuntamiento. Es uno de los restaurantes más conocidos y transitados de la ciudad, y no solo por ubicarse en un punto neurálgico.
No es el único establecimiento del Grupo Robles al que proveemos, pues hacemos lo propio con Robles Placentines y Casa Robles, también en el centro. Este último, en la calle Álvarez Quintero, es el lugar donde en 1954 se fundó esta emblemática casa de hosteleros sevillanos.
Restaurante Don Carlos, Donaire Azabache y Bodegas Góngora.
Se encuentran, los dos primeros en calle General Polavieja y en la calle Albareda el último.. El primero representa el tapeo sevillano de siempre, como ellos mismos recogen en su lema. El segundo el segundo establecimiento del Grupo Donaire Azabache, que ya cuanta con décadas de tradición culinaria en la capital hispalense. La tercera, es una bodega con solera que inicia su actividad allá por 1939.
Mesones Sierra de Sevilla y Casa Moreno
Se localiza en la calle Joaquín Guichot 5, está Mesones Sierra de Sevilla, con una selección de carnes y embutidos que no te puedes perder.
Tendrás que ir al número 7 de la calle Gamazo para visitar Casa Moreno, que aúna el viejo concepto de tienda de ultramarinos con una cocina sencilla pero llena de sabor.
Bodeguitas Romero, Casa Morales y la calle Arfe
En la calle Harina número 10 está Bodeguita Romero, parada obligatoria para quien quiera conocer el sabor de la auténtica pringá sevillana. Bodeguitas Antonio Romero tiene varios establecimientos: calles Origen, Gamazo, Reyes y Arfe. Tampoco olvides pedir sus famosos “piripis”.
Precisamente en Arfe encontrarás también Los Niños y La Esquinita del Arfe, el primero haciendo esquina con la calle Cabildo y el segundo junto al Arco del Postigo.
Y en García Vinuesa 11 tienes Bodega Casa Morales, un lugar con mucho encanto.
Del Arco del Postigo a la Plaza del Salvador
Cuando termines en La Esquinita de Arfe o alguno de los mencionados más arriba, cruza el Arco del Postigo para ir a la calle Dos de Mayo. Frente a las Atarazanas tienes Arco Tapas, con su peculiar estilo.
A pocos minutos a pie tienes muchas otras opciones, como Bodega Santa Cruz en la calle Rodrigo Caro, la misma que alberga también los bares La Moderna y La Tradicional. En el Pasaje de Vila está el bar El Pasaje, y en la Alameda de Hércules encontrarás Casa Paco.
Cerca del Convento de las Teresas podrás visitar otros dos establecimientos de altura, como son Las Moradas y Las Teresas, este último fundado en 1870.
Si seguimos para el barrio de San Bernardo y antes de cruzar su emblemático puente, encontramos el Restaurante El tres de Oros y en la plaza de Altamira y con sello de El Pasaje, El Pasaje Santa María la Blanca.
Desde allí tienes dos opciones para visitar el Restaurante Azabache: la calle Santo Tomás, a poco más de cinco minutos; o General Polavieja, que no te llevará mucho más de 10 caminando. En esta última también tienes uno de los establecimientos de Bodegas el Picadero, luego puedes visitar este o los de la calle Almansa y la calle Arguijo.
Si lo prefieres, puedes dirigirte a la siempre ambientada Plaza del Salvador para tomar tu aperitivo en la Antigua Bodeguita del Salvador.
Desde el centro hasta Nervión
El centro de Sevilla tiene mucho que ofrecer, así que concentrará el grueso de las visitas a la ciudad. Y, además de las comentadas, hay más opciones para el turismo gastronómico.
Como la Bodega Palo Santo en la plaza de la Gavidia o el Restaurante Santa Marta en la de San Andrés. O como el mítico El 3 de Oro en Santa la María la Blanca, en el corazón de la judería sevillana. En la calle Canalejas, por otra parte, está la cafetería Donald.
En las fronteras del casco antiguo de la ciudad está la calle Feria, que conforma una de sus arterias. Allí está el bar Algabeño, junto a su famoso mercado y a la espalda de la iglesia del Omnium Sanctorum. Muy cerca, en el mismo mercado, está la Abacería Casa Hermanos Gutiérrez, especializada en vinos y quesos.
Estarás en las proximidades de La Macarena, donde lleva años sirviendo tapas y bebidas el bar restaurante Yebra, en la calle Medalla Milagrosa.
Habrá que salir del centro para visitar otros barrios sevillanos emblemáticos, como Triana, donde todo el mundo conoce la taberna Sol y Sombra de la calle Castilla. Y cerca, en Los Remedios, tienes una nueva oportunidad de pararte en Bodega Sierra de Sevilla (calle Arcos) o bien en El Candil, en la avenida Presidente Adolfo Suárez.
Merece la pena usar el transporte público para llegar hasta el barrio de Nervión, especialmente recomendable quienes disfruten con las jornadas de compras. Un alto en el camino de lujo es lo que te ofrece El Asador de Aranda, ubicado al final de la calle Marqués de Nervión y muy conocido en la ciudad.
Sevilla también son sus pueblos
“Son del Alcor y del Río, del Aljarafe y la Jara,
más de cien pueblos hermanos.
Sin Triana y sin Giralda y también son sevillanos”.
Así cantaban Ecos del Rocío a los pueblos de la provincia, que también tienen mucho que ofrecer. Dan buena cuenta de ellos los restaurantes La Resolona o la bodega de Salteras, en la misma Salteras, aunque nuestros productos llegan también a Valencina de la Concepción, Mairena del Aljarafe y Los Palacios.
Ya ves que la ruta para saborear los jamones y quesos Manchenieto en los bares de Sevilla es amplia. Tendrás tiempo en esta o en la siguiente visita, porque a Sevilla siempre se vuelve.