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Cómo preparar un plato de jamón loncheado y envasado al vacío

El jamón loncheado es un producto muy cómodo de consumir. En Manchenieto ponemos a disposición de nuestros clientes diferentes diferentes packs de loncheados de jamón cortados por maestros cortadores y envasados al vacío para garantizar todas sus propiedades.

La principal ventaja de consumir el jamón ibérico en este formato es sacarle el máximo partido a las lonchas y no tener que cortarlas directamente de la pata, una labor que solo es recomendable en caso de tener destreza cortando jamón.

Las lonchas de jamón en el plato, no en el envase al vacío

Cuando queramos consumir el jamón ibérico loncheado al vacío, el primer paso es sacar el producto del frigorífico y dejar que alcance una temperatura ambiente, de 20 a 23 grados centígrados. Esto obliga a dejar fuera el jamón unos 25 minutos.

Esto es imprescindible para que las lonchas se separen cómodamente y no se rompan al emplatarlas. Si vamos a consumir el jamón de manera inmediata, la solución pasa por colocar el paquete cerrado de jamón bajo agua de grifo a temperatura tibia, cálida pero no muy caliente, e ir moviendo el paquete para que el agua atempere todo el jamón de manera homogénea.

El momento de colocar las lonchas sobre el plato también es importante, hay que comenzar por el exterior y rodear todo el círculo, completando todo el interior hasta que quede completamente lleno.

En caso de optar por lonchas caseras y atreverse a cortar el jamón ibérico a mano, lo recomendable es que la longitud no supere los 5 o 6 centímetros y la anchura sea de 4 centímetros. Todas deben incluir su parte de grasa, algo que sí ofrecen los loncheados de Manchenieto.

Si el jamón en lonchas tiene unas dimensiones mayores a las recomendables, nuestro consejo es cortarlas hasta conseguir el tamaño perfecto y, después, consumirlas y dejar gozar al paladar.