El verano es una época que todos disfrutamos, pero también es una temporada en la que las altas temperaturas pueden afectar a nuestros alimentos más preciados, como los jamones 100% ibéricos.
Conservar esta joya gastronómica durante los meses más cálidos puede parecer un desafío, pero con unos sencillos consejos, podremos asegurarnos de que su sabor y textura se mantengan en su punto óptimo. A continuación, compartimos tres recomendaciones clave para que puedas disfrutar de tu jamón ibérico en perfecto estado, incluso en pleno verano.
1. Mantén el jamón alejado del calor y la luz solar
El primer consejo es evitar la exposición directa al calor y la luz solar. Sabemos que las temperaturas altas pueden alterar tanto el sabor como la textura de los jamones 100% ibéricos. Por eso, es fundamental encontrar un lugar fresco y seco en casa para almacenarlo, alejado de ventanas y fuentes de calor como la cocina o la caldera.
Algunos creen que calentar el jamón en un plato o acercarlo al calor puede mejorar su aspecto, haciendo que la grasa brille más. Sin embargo, esto es un error. Al someter el jamón al calor, provocamos que sude más de la cuenta, perdiendo su valiosa grasa protectora y afectando negativamente su sabor y textura. Lo mejor es conservarlo en un lugar fresco y servirlo a temperatura ambiente.
2. Evita el frío extremo, pero usa la nevera con cuidado
Refrigerar el jamón puede ser una solución durante los días más calurosos, pero debemos hacerlo con precaución. Aunque el frío ayuda a preservarlo, también puede mermar su aroma y sabor, algo que no queremos perder en nuestros jamones 100% ibéricos.
Si decides guardarlo en la nevera, asegúrate de sacarlo unos 15-30 minutos antes de servirlo. Esto permitirá que recupere su temperatura ideal y que las lonchas se separen con facilidad. Si no dispones de ese tiempo, un truco rápido es pasar el paquete de jamón sellado bajo un chorro de agua tibia durante unos segundos. Así, alcanzará la temperatura perfecta para degustarlo de inmediato.
3. Protege el corte y el jamón loncheado
Una vez empezado el jamón, es crucial proteger la parte expuesta del aire para evitar que se reseque. Cubrir la zona de corte con un film transparente es la mejor manera de conservarlo. Además, es recomendable cubrir todo el jamón con un paño limpio de algodón, lo que ayudará a mantener su frescura sin que se seque.
En cuanto al jamón loncheado, si lo has dispuesto en un plato para una ocasión especial, cúbrelo con film transparente hasta el momento de servirlo. Esto evitará que las lonchas se resequen y mantendrán todo el sabor de nuestros jamones 100% ibéricos.
Ventajas del jamón loncheado en verano
Durante el verano, una opción práctica y conveniente es optar por el jamón loncheado. Aquí te explicamos por qué:
- Comodidad: el jamón loncheado está listo para consumir en cualquier momento. Solo necesitas abrir el paquete y disfrutar.
- Versatilidad: es ideal para llevar a la playa, la piscina o para tener una cena ligera después de un día agotador.
- Conservación: al estar envasado al vacío, el jamón loncheado conserva su frescura y sabor durante más tiempo, lo que lo convierte en la mejor opción para disfrutar de los jamones 100% ibéricos en verano.
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Recuerda que en Manchenieto estamos comprometidos con la calidad y con ofrecerte siempre lo mejor para que disfrutes de la auténtica experiencia de los jamones 100% ibéricos en cualquier época del año.
¡No dejes que el calor te impida disfrutar del mejor jamón este verano! Con estos consejos, podrás saborear cada loncha como si fuera la primera.