Ya sabemos que la carne y el pescado se pueden congelar sin problemas en casa, pero no ocurre lo mismo con los lacteos como yogures, mantequilla. ¿Y el queso?¿Se puede congelar el queso?
La congelación tradicional que se realiza habitualmente en casa no garantiza que el queso cuando lo descongelemos tenga las mismas caracerísticas organolépticas en cuanto textura y sabor.
Es verdad que dependiendo del tipo de queso algunos salen mejor parados que otros si se congelan.A la hora de decidir si congelar o no un queso, lo primero que tenemos que tener en cuenta es el tipo de queso que es. Los frescos se estropean más ya que contiene mucha agua y pierden su textura al cristalizarse esta.Por tanto a mayor curación del queso, al tener este menos cantidad de agua, pierde menos en cuanto a textura, pero más en cuanto a aroma y sabor.
Si tenemos un queso curado recomendamos congelarlo cortado en las porciones que vamos a degustar para así ir sacando sólo lo que vamos a necesitar.Envolvemos las porciones en un papel de aluminio y lo metemos en una bolsa de congelación o envasamos estas porciones al vacío, si tenemos esa posibilidad, mejor que mejor.
Es muy importante que el día antes de comerlo lo dejemos descongelara lentamente dentro del frigorífico para que no sufra un cambio brusco de temperatura.
Por último si os sobra algo, hay que conservarlo en el frigorífico unos días hasta que terminéis su consumo, ya que no se puede volver a congelar.
En los últimos años se está practicando la ultra-congelación del queso a -40ºC en el lugar de producción que conserva mucho mejor los nutrientes y la textura del queso que con la congelación casera.
Nuestra opinión es que con la cantidad de variedades de quesos y formatos de queso que hay, es mucho mejor ir comprando lo que vamos a consumir y olvidarnos del queso congelado.